Con un amasijo entre las manos
y nada resulta si no es mi pecho
el que late por los valles de la muerte
a ojos cerrados y a tenebrosas tientas.
Estoy cansado de los ayeres malvos
y de un presente que se pinta los labios
frente a mí, sin que siquiera las mejillas
me bese; estoy cansado de la imagen
de un futuro donde sigo yo el tipo que bebe
postrado en la curva de una caracola
muda aperlada y tristemente amarilla.
Con un amasijo entre las manos
y envuelto en este pecho voy logrando
pequeñas líneas rectas dentro del espiral
que nadie pensó que alguna vez podría,
y doy de tumbos sobre las nubes
si pienso en ti y te pienso por siempre,
alejando la sal de la mar embravecida
mientras apoyo mi cabeza en tu vientre.
Sólo quiero que sepas, que toda esta palabrería
enmarcada de silencios y celebres suspiros,
no es en realidad más, quemi propia e incivil lucha para que estés a mi lado y tenerte
tejiendo estrellas mientras sonríes febril.
No hay comentarios:
Publicar un comentario