septiembre 07, 2013

Tan sólo digo

I

No habrá mayor certeza que la nada
cuando se esboza entre el pecho y las manos,
no habrá mayor nada que la certeza
si es que se esboza en un pecho inhumano.

II

Camina por las calles en horas vacías,
mata un gato si acaso lo encontrases
con la marca incivil y claramente sombría
y haced con tus demonios las paces.

III

Bébete la vida a sorbos desmesurados,
consigue una Mujer que te haga feliz
a pesar de estar embriagada en el pecado,
come lo que puedas, descansa el alma en el atril.

IV

De los parques toma la ausencia y las palomas,
de la noche el frío que te hace temblar
buscando el sol de diario que soborna
la marea en constante e inhumano crepitar.

V

Habrá gente, perros, algunos poemas
que me terminarán por infundirte miedo,
también algunas veces la paz y la guerra,
la ciudad, amanecer de pronto sin un dedo;
habrán días revueltos entre la noche,
y descubrirás entonces
que el silencio lo que más te aterra.

VI

Miéntele a dios, al diablo, al cielo
cuando más nubarrones tenga,
a las entrañas citadinas, al deseo,
al despertador, a la muerte renga,
a los cráteres lunares y al conejo,
pero sé sincero, siempre ante el espejo.

VII

Ahora que la condescendia no está en cinta
y las corridas de toros -tan sanguinarias-,
no son tan crueles como las pintan
los disidentes de la crueldad contemporánea,
cuando la parrilla esta llena de trozos de reses
traguemos hamburguesas y lancemos una plegaria.

VII

Ha demostrado la ciencia la forma ovoide
de la tierra, a un Adán de raza negra,
la firme intención de la gravedad
de mantenernos besando el suelo,
la ventaja de la luz ante el trueno,
y tantas cosas más que no recuerdo
ahora y en esta soledad en la que escribo,
en la que el dato no demuestra que estoy vivo.

VIII

Jamás robes lo que no necesites,
un pan, puede calmar el hambre,
una par de monedad pueden cubrirte los ojos,
un beso puede evitarte el alma de alambre;
lo demás recae en la terrible vaguedad
del flotar sin sentido, en un mar de rastrojos
que traen hasta la orilla la propia vanidad.

IX

Como principio fundamental,
como el eje central en el que gira todo,
ha de ser razón cruel y aunque inequívoca
la Mujer que tu nombre nombra
a ciegas y a sabiendas de ser una sombra
que se arrastra en las periferias del lodo.

X

Desecha toda es basura que cuelga en tus paredes:
los poetas, los pintores, los tristes cantores,
los filósofos, los profetas, los lanza redes,
los caza-talentos, el canto de los ruiseñores;
sólo un instante existe para la vida
y se autonombra con un fiero "ahora",
todo lo demás son naderías y cosas prohibidas
y darle vuelta al reloj esperando de la muerte su demora.

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