septiembre 11, 2013

En vano

Nos debemos algo más
que el abrazo tan mediado
de penumbras flotando en un trago,
un suspiro interminable,
una blasfemia en la lengua del mar,
un instante de llanto inquebrantable
bajo las ropas impregnadas de sal.

En vano he sido un triste aguacero
por tantos años cargados de alquitrán
y de fotografías ausentes y amarillas,
recodo en el camino, canción de cuna
de los que nunca sueñan cuando duermen
embriagados de ron y olor a alcantarillas
esperando entusiasmado el delirium tremens.

Nos debemos las ganas de curar
a quemarropa las propias cicatrices,
remendar el vidrio de los mutuos ojos,
condenarnos a la hoguera de matices
claramente letales pintados de rojo,
arrojarnos desnudos al compartido mar.

En vano he sido un elucubrador del yo
que por tanto tiempo ha carecido de dios
por no haber conocido tus labios,
en vano tanta discusión,
tanta soledad,
tanto lidiar con el diablo.

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