septiembre 16, 2013

Sigo esperando

Sigo esperando demasiado,
un arcoiris encallado en la esquina,
una luz que no denote lo oxidado,
leer mi nombre en la marquesina
más suntuosa de tu pecho,
sentir el cielo sediento de manos
y glorias perdidas por derecho,
entre los campos donde falta un manzano.

Me he dado cuenta por cuenta propia
de la forma más cruel del destino,
del demonio cuando el alma expropia
esta mía fortuna carente de tino.

Y espero, como aquella canción que escribí
cuando inmerso en mis años mozos
entre acordes canté un "Y aún espero por ti...",
sin siquiera saber de los hielos al fondo del pozo.

Sigo esperando de tu boca el aliento
y entre tus manos esa tibia compañía
que le sirven a estos huesos de alimento,
y tu caricia febril en oscura cofradía.

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