septiembre 07, 2013

Cinco

Me falta una arboleda sin plagas
y una vereda por donde el verde
me repte por la vida y las manos
de pronto se me caigan a pedazos.

Me he visto reflejado en el mar
en el que tus ojos ríen y al mismo
tiempo adolecen un tibio llanto
cristalino, en un nocturno manto
que te abraza cayendo al abismo
donde los gatos persiguen ovillos de sal.

Yo, que sin quererlo ya te quiero,
te llevo al despertar en mi resaca
de diario, en mi cuaderno, en mi tinta
desperdigada, en mis maneras tan distintas
y tan meramente nocturnas y cardiacas,
cuando bajo el vientre, loco,  por ti desespero.

Me falta la luz del cirio de un ajeno sepelio,
tu piel morena, el devenir del animal al hombre
que te tome del talle y te bese feroz los senos
a mitad de mi perdición luciendo febril y sereno.

2 comentarios:

Arya dijo...

"Lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes:
¡Es qué mueras por mí!
Y morirme contigo si te matas,
y matarme contigo si te mueres,
porque el amor cuando no muere mata;
porque amores que matan nunca mueren..."

Tu escrito me recordo a Sabina.. Cosas del mar y sus sonrisas.

Gato Pardowski dijo...

Sabina es perdedor que ha ganado todo, y por ello lo admiro...

Un abrazo!!