...Empolvado, desértico, sombrío. El Absurdo sobre mi cabeza...
Recuerdo que era menos huraño y sonreía más y más a menudo que sentía poder con todo el mundo a pesar de ser un gris ermitaño.
Todo fue una maravillosa utopía una juventud ahogada en alcohol adormeciendo el vaivén de la vida.
Publicar un comentario
No hay comentarios:
Publicar un comentario