enero 17, 2016

Crónica de domingo por la noche

Domingo por la noche
todo luce sombrío y en silencio
los volcanes a lo lejos brillan
mientras la luna sigue creciendo
los antibióticos no hacen efecto
el cigarrillo se me ha convertido
en una chica que no me puedo follar
mi cama pretende calor de mujer
y oleaje venidero de mar.

Mi ventana luce sucia y grisácea
tras de ella una cortina amarilla
me esconde del mundo exterior
en mi papel de mal poeta forjado
por las horas en las que todos duermen
a la espera del primer rayo de sol.

Domingo por la noche
y ya mañana el trabajo de diario
estoy enfermo y estoy cansado
y estoy triste y estoy casi derrotado
mientras escribo esta crónica
recién atropellada por los últimos coches.

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