noviembre 20, 2013

Volcada la palabra hacia el silencio

"...Mas retiro mi rostro de tus ojos
porque ya no podré pensar una palabra
que no habite tu nombre,
y porque surges hasta del silencio
como enemiga que desdeña el arma
y de improviso nace entre las sombras,
cuando sin ti yo no sería
sino un olvido abandonado
entre las ruinas de mi pensamiento..."

Alí Chumacero.
 

Volcada la palabra hacia el silencio mortecino
y de  noche, nos mecemos en la transparencia
de una querencia para estos tiempos inconcebible,
inenarrable, donde los pasos dados a la distancia
entre los sueños se sonríen tomados por el brazo,
incluso en las sombrías veredas en las que el sable
suele cortar el más puro viento con su letal tajo.

No hay más preguntas que sulfuren las nubes
alquitranadas en este par de pulmones cansinos
en los que aún los suspiros suben, cuando siento
en el espesor de mi locura carcomida por dioses
olvidados y enaltecidos diablos, que te tengo
y que esta sombra mía tienes, entre el aroma
de tus labios y la hoz de una luna que emerge
ahuyentando cielos grisáceos y soledades
que se mezclan con los hielos de mi trago perenne.

Volcada la palabra hacia el silencio mortecino
y este cielo a la espera de sangrientas alboradas
te imagino y me empecino, en contarle a tu latido
la grandeza de esta nada, de estas manos de salva
en las que posas hermosa, liberando francas mariposas
a pesar de saber mi juego en el que luzco perdido.

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