noviembre 23, 2013

Aún no es hora

Incluso mis más oscuras penumbras
saben de ti y que te quiero tanto,
de lo que siento cuando sin más remedio callo
ante esta espesa luna que el alma me alumbra
un rincón que precisa, la querencia en su manto
de estrellas, el querer asirme del todo a tu tallo
celeste donde el vértigo no asoma en mi cornisa. 

Vienes siendo una gota de luz y fértil ambrosía,
un campo minado de flores y fugaces estadías
que nada saben de la cruz,
del la tristeza que por años compré por vocación
ante la vela cansina que me mostró una luz
en la que logró hallar lugar mi membresía.

Aun no es hora de expresar un te amo,
cuando he de hacerle el amor a la ausencia
y entre el griterío de no tenerte conmigo,
ha de venir la muerte a la que también amo,
ha sembrar de amapolas mi vientre y su presencia
ha de hacer a un lado mis sueños contigo,
en los que te sueño, y mis bigotes de gato relamo.

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