mayo 30, 2016

Revestido por mi soledad en calzoncillos

Incluso a estas horas
un tanto ebrio y a solas
revestido por mi soledad en calzoncillos
puedo decir que en el fondo soy bueno
del pecho, del alma y que mis cigarrillos
humeando rasguñan a penas el cielo.

La gente es cruel y la propia mente
más cuando se vicia por el pecho
tan acreditado siempre a la muerte.

Más de una vez me han matado
a patadas en el culo o a tiros de escopeta
cuando estoy más que gangrenado
por saberme un terriblemente malo poeta.

He dado todo lo que he podido dar
y aún me queda tanto esperma en el falo
y tanto corazón disidente ya de la mar
que lo deja siempre en el papel de malo.

Pero dios no ha hecho un buen trabajo
conmigo ni con mis tenues posibilidades
he tratado de mantener alma nocturna
fuera del alcance del diablo-escarabajo
he tratado de equiparar todos los males
y de frenar está poesía gris y taciturna.

He amado siempre a lo loco
y seguiré amando por lo poeta
aún estando en la ruina gutural
del sentimiento esbozado de a poco
aún con la sien sujeta a una escopeta
que me ha disparado besos de sal.

Incluso a estas horas
un tanto ebrio y a solas
sonrío mientras del todo lloro
por lo perdido y por lo encontrado
por saberme uno de esos terribles moros
a fuerza de un dios cristianizados.

No hay comentarios: