Dréname el alma
el filo acontecido en mis huesos
la delgadez de mi sangre
el estertor que me brinda la calma
el caos escrito de noche en mi verso
y mi falo de ti con tanta hambre.
Dréname la duda
y el ocaso teniéndote frente a mí
dispuesta a mí y desnuda.
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