El gordo Juan ha cogido el cáncer
hace unos cuantos meses
y ya ha perdido treinta kilos,
hoy que lo supe recordé de pronto
su barriga notablemente descomunal
y lo brutal que me parecía su ronquido.
Juan era un tipo robusto y moreno
similar a un ropero hecho de roble
ahora no quiere ni pretende vivir más
porque ya no puede ser más noble.
El gordo Juan es un estandarte de vida
para todo aquel que a pesar del vicio
y de las peores y más bajas pasiones
logró contener para el final la sonrisa
y la sustancia del ser ya sin resquicio
para albergar en el pecho temores.
Juan era un tipo robusto y moreno
y ahora sólo es tipo en los huesos.
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