Demasiada gente por aquí
gente que hace décadas murió
bajo las vías del tren
o de una terrible sífilis contraída
por una puta en un cuarto de hotel
o de tristeza en la banca de un parque
esperando renacer la esperanza
o por demasiadas pastillas ingeridas.
Yo sin embargo sigo aquí
me he dedicado a vivir a lo loco
a lo vil y a lo poeta y a diario borracho
y aunque también me sé muerto
disfruto ser un apestoso cadáver
aún latiendo de vez en cuando.
Demasiada gente por aquí
gente muerta y ya sin cabeza
y las tiendas ofertando siempre
descuentos en balas y escopetas.
"Bang - bang"
-se hace presente la onomatopeya-
y me llevo las manos a la cabeza.
Estoy vivo y siento aún la ola del mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario