La gente que conozco, la mayoría
la que en mí confía, ha sabido y sabe
darme un plus pese al demonio que camina
el mismo sendero de mis latidos-aves.
Yo sólo soy un alcohólico y un fumador
con ambiciones de ser algún día gigante
que pueda mostrar de lleno su corazón
sin resaca ni complejos de lo hecho antes.
La gente que de verdad me sabe y me conoce
entiende mi relación con la espina de la flor
y mi tendencia al corte en cada sublime roce.
Me duele tenerte cada noche en mi mente
dibujando una sonrisa cierta y para mí desnuda
cuando la ausencia me gana y agacho la frente.
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