octubre 12, 2014

Le brindo mi boca a tus labios

Y entonces caí
como caen los níños
dentro de un charco
a pesar de sus madres
con sus miles de precauciones
sólo que ese charco
bien para mí
fueron tus ojos
y una razón efímera
para mis mermados soles.

Es casi tan lindo recordarte
como cuando doy fin a un poema
o cuando miro alguna botella
sin el alma rota y vacía.

Te sigo de noche pensando
y algunas veces le pregunto
al diablo que sin más me mira
si alguna vez en mi locura amé
y si en alguna otra fui amado.

Yo ne hubiera quedado contigo
un par de vidas más
para hacerte el amor embriagado
pero la ausencia y las sombras
nunca fueron para ti
un mal bellamente necesario.

Esta noche apago tus ojos
y entre la mierda en que naufrago
le brindo mi boca a tus labios
por última vez
y por el mañana sin después.

No hay comentarios: