octubre 09, 2014

Las sombras en guerra

Más de una vez cada noche
y a medida que la luz se apaga
he querido esbozar un manual
en el que se comprenda a fondo
-más que el realismo o el decadentismo-
la sensación del que escribe
terriblemente en un cuarto a solas
y su estrecha relación
con el vaiven de la mar.

Pero todo esto no es más
que pan con lo mismo
una paráfrasis cruel de lo ya dicho
por tantos y tantos cabrones
que no pudieron más que sucumbir
al girar de una esfera
en la que lo estático
resulta podrido y fatal.

Y entonces pienso
que no es muy extraño
que el mundo se canse de poetas
cuando los poetas de ellos mismos
se encuentran viles y agotados.

Pero aún tengo la mano diestra
y mis penosos veintiocho años
tratando de sacar a flote un corazón
manchado de tinta negra
y de versos tan rapaces como malos.

Pero así, sin más
enfrento a las sombras en guerra.

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