octubre 09, 2014

De algunas pequeñas cruces

Enciendo un cigarrillo
y entre mis manos
a la par de una copa
apagando las luces
mi noche comienza
y la habitación se llena de azules
flotando en el aire
y de algunas pequeñas cruces.

Ayer, abrazando un cipres
le pregunté por la gloria
y tan sólo se mantuvo callado.

Y yo, que aún tengo batería
en esta noche y en mis pies
comprendí perfectamente
que aquella gloria la desconocía.

Los poetas, inevitablemente
no están para más
sino para buscar
esa gloria llamada muerte.

No hay comentarios: