noviembre 23, 2014

Toda esta basura que escribo

Después de todo
toda esta basura que escribo
alimenta a los peces muertos
que flotan panza arriba
entre el constante estupor
del manar de las alcantarillas.

Subo hasta el cuarto piso
cada noche, cuando en casa
y me retiro del ser en la ventana
que muestra sin piedad alguna
la mísera vaguedad del hombre.

Entonces, arropado por la sombra en la pared
me desvanezco y son mis manos los pies
que recorren la llanura blanquecina
del papel, corrompido por la tinta negra
que recorre mis verdades tristes versadas
como el cuchillo de un carnicero en plena selva.

Claro que tu no entenderías esto
cuando preguntas ¿En qué piensas?
y yo termino por callarme el pecho
y tan sólo suelto una estupidez que te hace reir
para que no me sepas, como he venido siendo
y como soy, cuando me miras y pienso
en la fascinación que me traería estar deshecho
pero dentro, de ti.

No hay comentarios: