octubre 31, 2013

Tanto me faltas, Mujer

Después de tanta muerte enajenada
con su propia muerte, de los andares
por los que ensimismada pasa la gente,
de la blasfemia enaltecida entre los lares
donde la gente culta esboza su suerte,
yo visito la mansedad y recuerdo los lugares
que me son calmos, y entonces me encallo
en la precariedad de mis eternos sabios
que nada nunca supieron del sabor de tus labios.

Tanto me faltas Mujer, cuando me desbordo
y escribo la fatalidad de mi llanto,
cuando entre mis ganas triste te abordo
con la sutilidad de mi grisáceo canto.

Mi letra nada sabe del amor si no encuentra
en tu risa la aguja de la brújula que te centra,
entre los picos de esta  pasión entre mis trazos
que nada pretende sino, para su muerte tus brazos.

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