agosto 16, 2015

Soy un poeta de los malos

Después de todo
podridos ya estamos
procesados, reciclados
como escoria del lodo
arrastrado en los zapatos.

Somos corruptos y si no
lo que somos es carne corruptible
una plegaria sin fe y sin ser creyente
un combustible esperando el comburente.

Pero yo solo soy un poeta de los malos
que irremediablemente siente y siente
el andar en hormigueo de la muerte
que salta de mis manos a mi falo.

Después de todo
quien nos jode es el demonio carmesí
el espejo, la ausencia, la distancia
la necesidad de al menos subsistir
lanzando besos al aire como los locos
que dejaron atrás sus mentes rancias.

Somos amantes y dios
nos brinda siempre de noche la espalda
cuando aprisionamos la espesa nada
entre las piernas creciendo en hondonadas.

Pero yo solo soy un poeta de los malos
de los que escriben por que extrañan
la senda que conduce fuera de la maraña
que acontece sin ti siempre en mi trago.

Esta luz artificial que alumbra mi cuarto
siempre ha sido fiel partícipe y ha sabido
que en mis tormentas rezo un te amo
expresado a pesar del viento por escrito.

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