A punto está la media noche
de dejar caer su terrible guadaña
y yo ya estoy por dormir
sobrio, oscuro, ensimismado
y esto que estoy por decir
quizás sea lo más estúpido
y lo más absurdamente sincero:
Valgo la pena,
Nena.
Y eso incluye lo borracho
y lo poeta.
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