julio 31, 2015

Una gran bola de fuego

El mundo es una gran bola de fuego
avecinando el blanco papel de los días
en los que somos combustible y víctimas
de un cielo que no admite ya estadías.

Los niños sin remedio crecen
y los ancianos ya no mueren
tan pronto, como solían hacerlo
y ahora están secos
y son sauces sabios
mirando el resplandor de la bola de fuego
que consume el verde de los niños
que sin remedio quemándose crecen.

El mundo me duele, corazón.

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