julio 22, 2015

Silbando tranquilamente

He ido y venido
mil veces
un millón de veces
quizás más
y entre las calles polvorientas
tras de mí
como una sombra indeleble
el maullar de los terribles gatos
se han propuesto
desde siempre
pintarme el porvenir de gris.

No soy tan cruel como escribo
algunas veces sonrío
durante esto que me enseñaron
equívocamente como la vida
y el mundo a mi alrededor explota
y en ese momento no hay gatos.

Seguiré silbando tranquilamente
un corrido mientras embriagado
voy y vengo una vez más
por este mismo polvoriento camino.

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