Tengo un poema

Tengo un poema magnífico
habla de tripas y de sangre
del corazón extirpado del cuerpo
por la propia y vil mano
del portador de ese corazón
y es una lágrima y un coágulo
y es un lamento y una gota de semen
palpitando en su propia carne.

Tengo un poema que habla de ti
y vomita cada noche sobre mí
sentado en la misma silla rústica
desde la que siempre escribo
mis más terribles y sinceras letras
aquellas que besaban noche a noche
la parábola de tus tiernas caderas
las que dormían abrazadas a tus senos
mientras pensándote
el bajo vientre inhumanamente me crecía
esperanzado a hacerte el amor
metido en tinta negra y versándote
el maullar de un gato en tus sueños.

Tengo un poema que te besa febril
el pubis sin importar quien otrora
te haya besado aquello que yo besé
y una endemoniada melancolía
por no hallar entre los tuyos mis pies.