Sigo buscando y esta búsqueda me arroja
a indómitos desiertos de caderas desechas
que esperan por un poeta igual de desierto
para abrirles elpubis de grises y turbias malezas
para engendrar un amor que yo no pretendo
después de saber de tu pecho en rosa.
No se qué diablos irremediablemente busco
sino tu abrazo y la espesa miel de tus labios
cuando entre demonios salgo y me ofusco.
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