Todo parece marchar en calma
mientras la mar ensalza sales y crestas
con las que barre caracolas y arenas
encariñadas con el flagelo del alma.
Hace ya algunos años
hube de arrepentirme de dios
más no de pedir desnudo perdón
ante cualquiera de mis fracasos
si enfrascados entre espuma y orgullo
fueron espinas bajo mis pasos.
Entonces voy y vengo y la muerte
comienza a besar mis tímidos labios
casi muertos y resecos ya de no tenerte
como luz irradiando mis malvos sabios.
Todo parece marchar en mi diestra coraza
y en el mendrugo de pan que alimenta el espejo
en el que a diario me miro y al diablo espanta
por que soy un monstruo de mi estás lejos.
Más que uno de esos raros y malos poetas
soy el hombre que a cada minuto te ama
a pesar de la ausencia montada en escopetas
que te reclaman no despertar en mi cama.
Nena, en pocas palabras
estoy sumamente jodido
si no estoy presente en tu carcajada
si no estás en mis manos y conmigo.
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