diciembre 04, 2013

Sobre las lenguas del mar

"¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón..."

Fito Paez.

Incluso en la cuchilla aserrada de la más 
malva noche, en la desesperanza del mendigo,
en la cúpula más sombría del propio arrabal,
sobre las lenguas del mar, en el nunca contigo,
me queda en pie el pecho y dos besos con sal;
me queda un latido y su ausencia en derroche.

Pero a sabiendas de ser mi propio juez
y el verdugo que traza a diario una linea punteada
bajo mi cuello, no he de pensar sino en tus pies
enraizados entre los míos, en el lodazal de ausencia
que me cargo cuando pretendo lo más bello, 
los cielos más febriles de tus labios, tus manos, 
tus ojos irradiando lo poco que me queda de brío.

Es poco lo que tengo, lo sabes bien, 
mi luna por los demonios de otrora carcomida,
mis manos, mi necedad acuñada a los labios, 
mi tinta negra y aún un poco de grisáceo encanto, 
mi pecho, mis temblores, la ignorancia de mis sabios
y esta nocturna certeza de hallarte dando vida a mi vida.

Incluso tengo un corazón dispuesto a quererte
bajo las sombras en las que avecina mi muerte.

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