diciembre 06, 2010

La batalla

¡La metralla, carajo, la metralla!
y a tirarse de bruces al suelo
mientras los demonios me caen del cielo
ardiente, que hundido tras la batalla
sólo recuerda el áspero recelo
de lo que fue, y su palabra calla.

¿Después de luz, a caso habrá consuelo,
o una bala que en las manos estalla
cándidamente, acabando el desvelo
que nos arroja a un tiempo, que se entalla
en nuestro cuerpo sin alas ni vuelos,
muertos por la duda que nos encalla?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

perfecta antítesis???
Estoy segura que no, y menos después de leer esto.
Atreverse también puede marcar la diferencia ;)
Besote

Romek Dubczek dijo...

Cuando estalle todo ni las bruces nos salvarán la vida. Dichosos aquellos tiempos en los que alguien se salvaba.
Un abrazo, no te olvido

Arya dijo...

Despues de las batallas.. quedan solo despojos, huesos rotos y muchos destrozos...

Nada sale a la primera... mucho menos los balazos!.


Ahhh necesito un trago.. te hare caso, que sea de ron ;)

Mondragón de Malatesta dijo...

¡Tu metralla carajo, tu metralla! Me gritaba ella, cuando yo, le disparaba los interiores...

Cyborgoo dijo...

Una bala que se arropa en líquido carmesí