diciembre 21, 2010

A Fuerza de Penumbras

A fuerza de penumbras me hago el loco
mirando a cada rato la escalera,
buscando siempre una sombra cualquiera
que no seas tú, mientras así te invoco.

Tienes, la dulce mirada del día
más fúnebre alojado en la memoria,
en los labios, razón inquisitoria
y en el pecho mi melancolía .

Y me hago el loco por no saber hacer
cosa distinta, bebo, fumo, escribo
con mi talante cruel mientras atisbo
la necesidad del alma adormecer.

Tienes, los pies por el llanto bañados
la catedral adentrada en tus venas
purpúreas, sin acuse de novenas
ni de cirios, ni de incienso quemado.

Y tal vez ahora no sea yo, el que se hace
esta noche alcanzar por la locura,
que me envuelve fría con su tersura
de muros blancos que el alba deshace.

4 comentarios:

Elena dijo...

Hoy no hay zapatazos, Gato Pardo. Tampoco caricias. Son poco. Hoy hay una mirada de hito en hito; una mano en una mano y otra atrapando la sombra que se escapa cuando te atrapa.

Un saludo, o dos

perfecto herrera ramos dijo...

Hay tersa mirada de melancolía en sus versos, querido amigo. Trasmite usted como nadie ese espiritu lacerado por la noctunidad y el solo de jazz que se aleja en el cielo de las constelaciones. Invoco a la plateada Selene para que le acompañe, en la seguridad de que ella nos acompañará a ambos, cada uno a un extemo del oceano Atlantico.

Un abrazo, compañero.

Apple dijo...

hacerse el loco nos aleja de la realidad, mientras la realidad es uno mismo...

me encanta la manera en que usted escribe, me hace volar!!

un abrazo!

Sabina dijo...

que rimaas! me gusta bastante como todo lo del blog... hmm, ya te extrañaba gato... necesité buena literatura. una lamida para ti.