Incluso las sobras del pasado
me saltan a la desgarbada mesa desnuda
de mantel y de velas encendidas
incluso aquella chica de senos grandes
me ha invitado a beber una cerveza
y la mesera del bar que traía mis bebidas
me ha contactado hoy a mitad de la luna
para pasar con ella una de mis tardes.
Yo soy de los que arden a solas
a la espera de la voz de mi caracola
mientras escribo de la ausencia y el dolor
que me manda de un golpe a la lona
cuando bajo la guardia por amor.
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