agosto 24, 2014

Mis serpientes

No tengo mucho que decir
un par de aves han muerto
dios, el diablo, mis riñones.
el ron, el tabaco, mis poemas
ya sabrás, lo de siempre.

Las piernas estiradas
y miro entonces mis zapatos.

No hay mucho que hacer
en estas malditas horas
en las que todos duermen
y los poetas
estiran a lo que dan sus piernas
para fijar los ojos en sus zapatos.

En algún lugar me queda el alma
no lo sé
he escuchado de ello rumores
en los andénes repletos de sombra
y alguna vez
mientras estiro las piernas
en una sección de mi cabeza.

Pero no tengo mucho que decir
las aves muertas, lo de siempre
y miro el barro en mis zapatos
ya sabrás, y mis serpientes.

No hay comentarios: