enero 30, 2012

A las cuatro

A las cuatro, siendo ya de mañana,
los perros duermen tan plácidamente
que no escuchan el silbido vehemente
enfrascado en estas manos arcanas.

Mis manos, con su verso siempre insano
después de hurgarlo en los grises bolsillos,
han de cargar con los tristes ovillos
del desencanto fieramente humano
y sin embargo, algo persiste en ellas
como la vil necedad de los necios,
como la costumbre del menosprecio
cuando nos miran todas las estrellas.

A las cuatro, a la espera de la aurora,
con los perros que me ladran dormidos,
busco algo más que su feroz ladrido
que me trunque estas ganas trepadoras
de estallar en mil pedazos sombríos,
entre los reflejos de carne y hueso
de esos crueles demonios vueltos presos
que beben de las rosas su rocío.

A las cuatro y envuelto por la nada
no soy sino aquel que busca una copa.
una caricia y quitarse la ropa
con el alma a las letras consumada.

enero 26, 2012

Si de pronto te escribo

Si alguna vez me quedo medio muerto
y callado, como mirando nadas
tan revueltas y agujas incrustadas
en el fruto prohibido del huerto,
no me mires como un ente perdido,
pues estoy como el imbécil soñando
con esa humareda que va creando
las espirales de sueños vencidos.

Hoy, que entre sus fauces la noche clama
no pretendo soñar calmo y dormido
con rosedales de tono encendido
a las luces de una eléctrica flama,
sino quizás elucubrar un verso
que hable de mis dogmas encasillados
al desencanto de un beso mermado
que no me resulte del todo adverso.

Si alguna vez me quedo medio vivo
y sonrío, en la penumbra nocturna
que desata las almas taciturnas
no reproches si de pronto te escribo.

enero 21, 2012

El gusto de saberse perdido

No es la noche sino el frío
con sus millares de lenguas
y paladares a media luz viciados
degustando mi osamenta
sin clemencia por todos lados.

He buscado sin la esperanza
que trae la brújula, el norte
más cercano a la mirada
cuando luce desprovista
de matices blanquiazules;
serena y sin embargo tan cansina
después del tercer trago
y el enésimo demonio
aleteando sobre las cenizas
del hubiera empotrado en la razón
que conduce al desencanto.

Y sin embargo nada cambiaría
esta noche en que el humo en lo alto
me eleva a la nube más cercana
a la futilidad del fiero chubasco
que refresca en la piel los ardores
de lo que ha de embriagarme
de letras y sublimes pasiones.

No es sino el gusto de saberse perdido
mientras el mundo lentamente gira
sin saber de la noche que carcome
esperando a que enciendan la pira.

enero 19, 2012

Ni el uno más uno

Tienes razón cuando dices
que hace mucho nada tengo,
y más aún cuando lo haces
sin siquiera mediar una palabra.

Ahora te duele la cabeza
y es por mí, bien lo sé,
como sé del solitario maullar
del gato que ronda los tejados,
como sé a cuesta de mis tragos
lo que representa éste ser sin ser.

Bebo, bien lo sabes, de noche
mientras todo el mundo duerme
y escribo para evitar las paredes
de muros blancos y acolchados
en los que la locura más cuerda
a pesar de las luces encendidas
ha de volverse penumbra inerme.

Y resulta triste y a la vez magnánimo:
la soledad multiplicada por la calma
dividida entre la carne que resiente el frío
no es más que la esencia pueril
del infante que pronto dejo de serlo
por perder precozmente el alma
en el filo de un machete sombrío.

Pero no entiendes nada de esto
y yo que no sé explicar ni el uno más uno.

Tengo una copa en lo alto
y la carencia de oírla tintinear
al encuentro de otra similar,
esperando una luz a guarecida a salvo
al igual de los infiernos prometidos
de todo aquello que dicen "no es sano".

Debajo de mi cintura
los años que tengo palpitan
y arremolinan bestialidades
que han de volverme la sombra
que se revuelve moribunda, sin cura
y sin voz sujeta a multicolores auroras
donde te encuentre dispuesta
a escuchar mi canto como plato de sobras.

Y una humareda de tabaco me envuelve,
entre mis dedos pestilentes y amarillentos
se halla mi verdad y mis versos que tenues
pretenden dar forma a una pasión inclemente;
entre mis dedos traigo mi mundo
que no resulta justo entre líneas perennes
ahogadas en alquitrán y en sedientos
ocasos que crueles buscan lo verdadero.

Pero ciertamente tienes razón
cuando tan sólo me miras
y no atinas a decir más nada.

Y yo que no sé explicar ni el uno más uno
sin creerlo, sé que tienes razón.

enero 18, 2012

Me distrae

Un perro a lo lejos ladra
y es molesto y me distrae
a las deshoras del viento,
en las que yace muerto.

Fumo un cigarrillo de nada
mientras veo su rosa en la punta
prendida y calcinante;
dios no es tan salvo
en la penumbra ni es grande
abrasado al candor de la noche
cuando más negra luce
y no se divisa cierto el levante.

Es un ladrido a la mitad fiero,
a la mitad triste,
como un lamento arrebatado
que me molesta
y me jode y me distrae.

Hoy vi una mano pidiendo
desesperada una moneda
-una mano de dedos viejos
y sucios, con las uñas largas-
y se la di al escuchar su plegaria;
esa misma mano sostenía
un cigarrillo de mejor marca
encendido que el que portaban
mis dedos de alma amarilla,

Y es la noche y es dios
y es la vida y es la mano
desesperada que me engaña
lo que ahora tanto me molesta
y tanto me jode por que me distrae.

enero 17, 2012

Venta de garage

De mi mano izquierda el dedo meñique,
un zapato sin par, una cobija
con frío; para espiar, una rendija,
un llavero sin llaves, un tabique.

Media docena de huecos cavados,
un girasol de noche confundido,
trece libros, un círculo cuadrado,
un tren de pilas, un cielo estrellado.

Una acuarela que nunca he pintado,
dos fotografías donde no salgo,
un ticket de apuesta para los galgos,
un cuarto de corazón rebanado.

Una copa donde el mal se evapora,
un brindis a solas, dos crueles dudas,
una pluma que me espera desnuda,
tres luces que se apagan en la aurora.

Un maullido que escucha a mi cabeza,
un deseo cual caballo sin frenos,
mis soliloquios más grises y amenos,
los gramos que me quedan de nobleza.

Dos o tres unicornios descornados,
una flor, una blasfemia en los labios,
mis puños, mis gavetas con sus sabios,
mi luz, mi Luna y mi vicio encrespado.

enero 14, 2012

Pretensión

Y uno inevitablemente
piensa; al despertar radiante
o vilmente reseco, al desayunar
frente a la mantequilla y el pan,
al encender el primer cigarrillo
del día, al término de la última
copa, al mirarse frente al espejo
esbozando en plena noche
la vana imagen de "gentleman".

Incluso el sueño no es más
que una degeneración
inconsciente del pensamiento.

Hoy pienso en la posibilidad
de dejar de pensar por un rato
y acariciar las estrellas
desde la inercia de un cuerpo
que pretende estar muerto.

enero 13, 2012

Ese cielo feudal

Tumbarme a la orilla
del lago y mirar a los patos
absortos cuando mi mano
boronas de pan asoma,
beber un expresso cortado
después de media docena
de indómitos tragos,
fumarme la vida cual tabaco
enraizado en mis labios
con sus efímeras flores
y sus figurillas de humo
danzando en el aire,
escribir un par de cuentos
donde rescate del mundo
la claridad y lo bueno.

Quizás estoy divagando
y esa sea la razón principal
por las que mis ganas
intentando evadirse a sí mismas,
no han de llevar mi verso
a rozar ese cielo feudal
alojado entre tus pechos.

enero 12, 2012

La llovizna de fuego

Y así cayó una llovizna de fuego,
los árboles ardían y sus hojas
desprendían adióses y hastaluegos
sostenidos de un par de bocas flojas
en las que apenas, la sangre tornaba
en rojos por la media noche ahogados
bajo la estrella que nunca miraba
los sueños que cuelgan carbonizados.

Miles de nubes se hicieron de escobas
como las brujas y el cielo surcaron
entre risas y gruñidos de lobas
que al reloj el minutero arrancaron
haciendo del todo noche, tiniebla
a los ojos sujeta con grilletes
y del mar, un bocado ante la niebla
que lo carcome cual tierno filete.


Y poco a poco llegaron los cuervos,
uno a uno, y sus picos afilados
acecharon la mansedad del ciervo
pastando en los bosques desencantados.

Eran muchos, y sin más lo tragaron...
Y así ocurrió esa llovizna de fuego.

enero 09, 2012

Para conciliar el sueño

Otra vez y sin quererlo
me han dado las tres
y la mañana espera el alba
como las aves sin ojos
que no saben a dónde volver.

Hay dos témpanos de hielo
escampando en mis manos
revestidas de voraz impaciencia
mientras gritan y segregan
la poca luz que me alumbra
a estas horas donde los gatos
son mansos por jugarse
la octava vida.

No me culpes si te pienso
enmarañado a un trago
para conciliar el sueño.

enero 08, 2012

Las montañas muestran

Las montañas muestran cimas sombrías
y unos labios con sus besos perdidos
vagando en la noche tibia y silente,
las arboledas sus ramas vacías
después de haber vomitado sus nidos
tan de avecillas cantando carentes.

Hay un fuego en la lengua de los dioses
que furiosos tiemblan en las gavetas
cuando los amantes se aman precoces
sin resentir en el alma las grietas.

Un resquicio aloja luz blanquecina
en medio de una oscuridad blindada
de ayeres carcomidos por las plagas,
un par de alas a volar se empecinan
a cuesta de añoranzas empolvadas
y un fiero candor entre malvas dagas.

Hay un día en el que nunca anochece
y las sonrisas apuntan al norte,
donde nunca será martes ni trece,
donde las putas hallarán consorte.

Las montañas muestran simas sombrías
y mis labios con sus besos podridos
vagando en la noche tibia y creciente,
las arboledas mis ganas vacías
después de haber vomitado el maullido
tan malvado como el gato renuente.

Hay un rubor bajo el vientre marchito
esperando en tu carne vida eterna
y en tus pechos enraizarse bendito
al terminar de abrazarse en tus piernas.

enero 07, 2012

Mi generación

Mi generación no es más que la misma
que la anterior y la que después viene,
aquella ahogada entre turbias marismas
y un alma etiquetada y sin higiene.

Algunos, idiotas iluminados
por estrellas colmadas de ventura,
algunos más, genios en desventura
preservando sus sueños astillados
por el peso de una moneda amoral
que nada compra y todo alegre vende;
otros tantos, de talante excepcional
perdieron entre los bosques sus duendes.

Yo no pertenezco a ninguno de ellos
cuando busco el sino muerto en el vaso
que me trae de vez en cuando el destello
de este ser sin ser que espera el ocaso.

Pero al final de todo compartimos
el mismo destino y la misma suerte:
nada cambiaremos -¡Nada!- y mentimos
cuando no temblamos ante la Muerte.

enero 03, 2012

Olvídate

Olvídate de lo que diga el noticiero,
de las cabezas que ruedan sin cuerpo,
de que las noches son siempre malas
por albergar a ladrones siniestros,
a bandidos de pelaje espeso
haciendo alarde de negras mañas;
olvídate del viejo que condesciende
tus tiempos y tus ojos en ensueño,
de las serpientes que infantes tragan
mientras sonríen como señuelo.

Olvídate de la nada cuando eres todo
y mejor juguete en tu mano es el mundo.

Olvídate de todo aquello y hazme olvidar
que en mi trago alguna vez encontré la mar.

enero 02, 2012

He visto

Llueve, extrañamente, ilusoriamente,
y es la ciudad tan callada a estas horas
quien bebe la cicuta inútilmente
y se arranca los labios en la aurora.

He notado a la Luna haciendo muecas
si es que habla de amor al enamorado
que dice amar con el alma reseca
y el pecho con su latir apagado.

Un viento sopla, un poco deslucido
y a su paso arrastra la voz y el canto
de los vagabundos entumecidos
que esperan la moneda y de ella encanto.

He visto Mujeres jugar al bingo
del brazo más ferviente de la ausencia,
sin importar si es martes o domingo,
sujetando entre sus piernas dolencias.

Una hondonada se abre bajo tierra
donde los muertos al olvido temen
y los gusanos ven venir la guerra
empapada de mansa sangre y semen.

He visto tumbas con flores marchitas,
con cruces oxidadas y empedernidas
adornando imágenes tan adscritas
al cielo al que no fueron concebidas.

Un hombre, vil y ciertamente borracho
intenta deducir las soledades
de un mundo tan cercano y sin empachos
que busca compañía entre cofrades.

He visto mi sonrisa al cruel espejo
y no es la misma del ayer marcado
por los ojos que me hicieron reflejo
feliz a pesar del marco enlutado.