enero 19, 2012

Ni el uno más uno

Tienes razón cuando dices
que hace mucho nada tengo,
y más aún cuando lo haces
sin siquiera mediar una palabra.

Ahora te duele la cabeza
y es por mí, bien lo sé,
como sé del solitario maullar
del gato que ronda los tejados,
como sé a cuesta de mis tragos
lo que representa éste ser sin ser.

Bebo, bien lo sabes, de noche
mientras todo el mundo duerme
y escribo para evitar las paredes
de muros blancos y acolchados
en los que la locura más cuerda
a pesar de las luces encendidas
ha de volverse penumbra inerme.

Y resulta triste y a la vez magnánimo:
la soledad multiplicada por la calma
dividida entre la carne que resiente el frío
no es más que la esencia pueril
del infante que pronto dejo de serlo
por perder precozmente el alma
en el filo de un machete sombrío.

Pero no entiendes nada de esto
y yo que no sé explicar ni el uno más uno.

Tengo una copa en lo alto
y la carencia de oírla tintinear
al encuentro de otra similar,
esperando una luz a guarecida a salvo
al igual de los infiernos prometidos
de todo aquello que dicen "no es sano".

Debajo de mi cintura
los años que tengo palpitan
y arremolinan bestialidades
que han de volverme la sombra
que se revuelve moribunda, sin cura
y sin voz sujeta a multicolores auroras
donde te encuentre dispuesta
a escuchar mi canto como plato de sobras.

Y una humareda de tabaco me envuelve,
entre mis dedos pestilentes y amarillentos
se halla mi verdad y mis versos que tenues
pretenden dar forma a una pasión inclemente;
entre mis dedos traigo mi mundo
que no resulta justo entre líneas perennes
ahogadas en alquitrán y en sedientos
ocasos que crueles buscan lo verdadero.

Pero ciertamente tienes razón
cuando tan sólo me miras
y no atinas a decir más nada.

Y yo que no sé explicar ni el uno más uno
sin creerlo, sé que tienes razón.

1 comentario:

Ío dijo...

Pero tú eres, eres y lo sabes bien, y lo entiendo, y te escucho, siempre, aunque nada diga porque, qué podría decir que no sepas, si me gusta venir, si ciertamente no es que no escriba nada, es que tus versos se me acuestan en la sien, y los acuno en silencio, para no despertarlos de su bella profundidad
También sabes cuanto te quiero, Poeta, cuanto me gusta leerte
Gracias por tu poesía
Mi abrazo


Ío