Si es que me voy mis versos tristes dejo
encaramados a una razón vaga,
mi corazón, mi queda luz aciaga,
mis manos y la estela en la que tejo
el querer y definitívamente
no poder, esos sueños que descalzos
ultimados que a los pies del cadalso
la soga esperan deslucídamente.
Dejo los días, las tardes perdidas,
las mañanas ausentes de resaca,
mi cabeza entre las manos hundida
y estos ojos de mirada opaca.
Dejo la última Luna prendida
y el título de mi poema en laca.
2 comentarios:
Que nunca se vayan tus versos, ni el corazón, ni la luna... que nunca diga adios tu poesía.
Hermosos versos de sueños descalzos.
Un abrazo desde otra luna
y qué nos llevamos...
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