enero 01, 2014

Hace dos besos prendidos a tu boca

No pretendo esbozar entre mis manos la nada,
ni taladrar levantes hasta hallar uno fiel y venidero.
No pretendo que en mi letra descubras la verdad
ni entre el latir de mi pecho un amable sendero.
Preciso es conocer que el poeta
escribe y se desangra
mientras pretende la suerte del proxeneta.
Aunque yo no soy de ellos,
ni soy poeta ni pretendo glorias de proxeneta,
soy tan solo el arrabal que a diario vivo
mientras de noche bebo un trago y escribo.
Soy aquel que se atraganta de te quieros
a distancia, las manos que merodean
el más dulce y más terrible de tus sueños
entre un verso que precisa puerto en tu cadera.
Hace tiempo ya desde el ayer en el que vivo
y hace dos besos prendidos a tu boca,
que empecé a entender el crucial por qué
mi latir para ti en un secreto rincón estibo.
Sabes amor,
lo mas cruel de todo
resulta muy a menudo el tiempo,
sabes amor,
que a tientas y a pesar del lodo
acumulado en la voz de un te quiero
he hallado en tu risa piel y color,
y en mi letra por naturaleza funesta,
para ti, mis mejores modos.
Cuando tantos demonios
contonean sus sombras
me viene tu nombre a solas,
y se posa inmortal en mi boca,
entre un trago de amonio
y tu abrazo como voz de caracolas.

1 comentario:

Ío dijo...


"Sabes amor,
lo mas cruel de todo
resulta muy a menudo el tiempo"

Sí, Gabriel, el tiempo siempre es cruel, y tus versos son siempre hermosos, y duelen, "Sabes amor, ...."
Gracias gracias, y un abrazo, un beso

m.