diciembre 14, 2011

Tengo un demonio

Tengo un demonio de alas amputadas,
uno fiel y nocturno, uno que llora
por las horas envueltas en la nada,
uno que riendo no espera mejora;
un diablo sin cola y sin bigotes,
tan fieramente tierno, tan eterno,
apaciguando del pecho su trote
y la dulce violencia del averno.

Tengo un demonio con fusiles mansos,
uno que de madrugada me espera
apretando los labios, sin remansos
de paz ni gota de lujuria austera;
uno de aureola febril y dorada
ahuyentando buitres y malos sueños,
uno de boca siempre arrebolada
atados a un beso jamás pequeños

Tengo un demonio que de mí no sabe
cuando me aprietan las mortales ganas
y el corazón en el pecho no cabe
dando tumbos, cuando la mar es vana
y el oleaje lleva a ninguna parte,
al peñasco elucubrado de amores
donde el pecado me impide nombrarte
bajo mi letra de versos traidores,


2 comentarios:

Ío dijo...

No hago más que escribir y borrar lo que escribo; llevo casi media hora así, si lo que quiero decir es eso, pero no acierto a poner orden en las palabras que se me trifulcan y pelean.
Y es que me gustan mucho tus hermosos y dolientes versos blancos traidores

Un siempre abrazo

Ío

Coeli L. dijo...

Versos que roban el aliento y llevan a ti donde en esa noctambula inspiración siempre dejas tu esencia.

Para saber mas de ti...

Mi abrazo azul desde otra luna