enero 22, 2011

Pecador

No será mi alma, pues yace sencilla
vagando entre el sueño y el espanto,
nítida y siempre fiel a su canto
a pesar del hedor a alcantarilla.

Comprendí la vida a escasos seis años
cuando un hombre, con su machete en mano
a su Mujer de modo vil, e inhumano
quiso matar, y lo recuerdo; hogaño.

No será mi pecho, resquebrajado
pues late y late y se enamora
de la noche, razón embriagadora
por la que aguanta el frío del tejado.

Poco después, me sorprendió el amor
en una cruz atado, amordazado
en propias letras y ensimismado
para volverme, del todo pecador.

Y yo que peco y pecaré tanto
suspiro, y me envuelvo en letanías
de sombras tenues y luces tardías,
de veladoras prendidas sin santo.

3 comentarios:

perfecto herrera ramos dijo...

El pecado es una transgresión a la que no se puede renunciar. Jesus siempre andaba entre pecadores. Por algo seria. Yo sospecho que eran mas divertidos e interesantes.
Un buen poema, amigo. Te lo celebro.

Un abrazo.

Alicee dijo...

Me gusta el título, por alguna razón me resulta familiar...

Arya dijo...

"Y yo que peco y pecaré tanto
suspiro..."

Dime quien no? Dejemos los latigazos a los siguen sentados ;)