septiembre 11, 2014

Vente conmigo

Puede ser que el último gusano
encuentre aún rentables mis huesos
aunque puede ser que no.

Siempre he pretendido
ser alguien grande, sólo eso
a pesar de noches como esta
en las que escribo mis arpones
que no han hallado las venas
y resulta tanta la confianza
de la gente que me conoce
que no les puedo decir
un "adios para siempre"
pues mi delito no alcanzaría fianza.

La mayor parte del tiempo
no encuentran viento próspero
mis tenues y lisiadas alas
ni me vierto en tus labios
-¡Dios, que daría yo por ellos!-
y mi locura a destiempo
es quien del talle certera te abraza
sin grandeza y sin futuro aparente
pero con la consigna de algo bello.

Yo no puedo describir la belleza
mi limitada educación no da más
y mis autores se han dado febriles
entre calles de terrible maleza
pero un día llegaste con tu beso
a darme clases intensivas de ella.

Mentiría terriblemente si dijera
que no me muero despacito
cuando no me llamas siquiera
y no es mi deber ni mi talante mentir
como mis ganas son sin ti.

Algunas veces me cuesta demasiado
lograr aterrizar el sentimiento
si no he al menos un par bebido
para desprenderme de mis gusanos.

Vente conmigo
Amor,
o yo me voy contigo
que estando juntos
me da lo mismo
por que hallaré el sol.

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