septiembre 25, 2014

Gris

El mundo es algo así
como una lengua macabra
un beso envenenado
el aliento de un vagabundo
que clama con ojos perdidos
por el tintinear de una moneda
sin que se le escuche una palabra.

La bola de las brujas extiende
un dictámen en el que cada uno
de nosotros, yace envilecido
a la sombra de un cadáver
cargando nuestros pechos enmohecidos.

Ella me amó
y yo la amé
como amo
a mi botella de ron
y pudiera pensarse
que es poca cosa
o irradiar funerales
entre pétalos de rosa
y caderas de putas
danzando en los bares
sin pudor y sin ropas.

He conocido millares de hombres
que pierden la razón por un coño
y he conocido mujeres que pierden
la dignidad si les hablan de matrimonio.

Y el mundo es algo así
sin reglas, sin dios
un despertar cada mañana
enfrentando un día gris.

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