septiembre 11, 2014

A una bebé en el autobús

Sin embargo tomo mi mano
con las suyas, con ambas
y eran unas manos diminutas
apenas coloreadas de trigo.

Sonreí.

Y ella sonrió
largamente
mientras me veía
hasta que bajé del autobús.

Algunas veces
dios tiene conciencia
de los que seguimos aquí.

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