Salpicados de ese brillo de estrellas
tus ojos,
recorres los pasillos, las puertas
vírgenes aún del diestro cerrojo,
el dintel y las jambas de las ventanas
totalmente embadurnada de mis ganas.
Ten mi boca, el muñón que tengo
ahora mismo por alma,
los cuatro ratones que han muerto
esta noche a costa de mi mano,
esta ebriedad pretendiendo
llegar con vida al alba,
la acumulación de la sangre
en la efímera gloria de mi falo.
Tenme entre garras y dientes,
entre la oración y la blasfemia,
pero tenme de noche presente.
1 comentario:
Caricias.. para tan sentido escrito!.
Espero que encuentren el brillo de tus ojos que miran hoy la vida desde tan bonita orilla...
Un abrazo.. T
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