febrero 26, 2013

Somos tantos esqueletos

Entre el tumulto de cabezas
que van y vienen de ningún
lugar con dirección a ninguna
parte; ha de crecer ese musgo
verdoso al rocío de la tristeza
olorosa a pétalos de Luna.

Y somos tantos esqueletos
los que viajamos a costillas
de la muerte en tren expreso,
viajando en la común soledad
sin tocarnos, sin a los ojos
siquiera mirarnos,
con la simple consigna
de sabernos tan próximos
a la mirada repleta de sal.

Esta noche resopla un febril
verso a manera de epitafio,
una estrofa surge a manera flores
blancas dentro de una corona
y una gris lápida sirve de peldaño
para apoyar mis claroscuros colores
de aquellos que sólo caminan
ajenos al camino y a los daños.

Somos tantos esqueletos
hallados en la espesura
de los caminos de la nada,
que no ha de importar
si no hallamos más que luz
entre las propias hondonadas.


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