febrero 23, 2013

Intentaré esta noche una poesía distinta

Intentaré esta noche una poesía distinta
cuadrada entre endecasílabos versos,
un soneto que me resulte terso
a la vieja costumbre de la tinta.

No hablaré de demonios ni de putas,
ni de vicios ni de andares de Lunas,
no hablaré de las caderas de ninguna
Mujer ni de mis ganas absolutas.

Y de la espesura de la métrica
saldrá la belleza aunque nada diga
y sonría con su boca tétrica.

Intentaré trazos que no maldigan
a fuerza de la letra simétrica
ni hallan de secar mis negras espigas.

1 comentario:

Ío dijo...

Es díficil, o a mí me lo es, hacer que un soneto contenga algo más que sus propias palabras. Entre la rima, la métrica, el ritmo, que poco queda para que el poeta se encierre en ellos. Y es verdad que suena bonito, que su música parece cantar los versos, pero por todo lo demás, está vacío, o apenas si es un retazo de aquel pensamiento original que creó el primer verso; ahí sí, en él puede estar la razón de que exista el propio poema, el soneto u otro tipo de encorsetado; todos los siguientes son sólo palabras buscando la belleza por la belleza.
A veces, algunas pocas veces, sin embargo, sucede que sí, que el soneto nace soneto, en lo íntimo, por dentro, y entonces, mi Gato Pardo, te das cuenta de lo hermoso que fue escribirlo.
Este tuyo no deja de ser tuyo, tan asonante como el mar.
Leerte es embellecer el tiempo.
Gracias gracias.
El abrazo.

Ío


(y perdón por la largura de este comentario)