Es un pequeño bribón
que de cuando en cuando
sale y me mira,
y acusa en los bigotes
un cinismo admirable,
una insolencia a la vida,
una negación al azar
con la lentitud de su trote.
¡Y yo que tan a punto
he estado de matarle
sin temor al arrepentimiento!
Toma un pedazo de pan
y mis peces sin multiplicar,
mis poemas, mis ganas,
mi corazón teñido en grana,
roedlos hasta encontrar
en ellos el candor del alba.
1 comentario:
Estaba pensando..
porque no sentarse en aquel tejado
y dejar las escaleras
para ver brillar el alba.
Tiene su magia
ese silencio al iniciar el día.
Y los ratones..
a las ratoneras Sr. Gato ;)
Abraso..T
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