Y así de pronto, gota a gota
termina por romperse el cielo,
la luz por completo se agota
pinceles grisáceos dibujan nubes
que se difuminan a lo lejos,
cuando te aguardo despierto
entre mi vaso y mis reflejos.
En la oscuridad, tropiezo con raíces
de árboles tristes y coléricos,
con desgajados pedazos de rocas
que siempre vienen a mi encuentro,
cuando la sal se mezcla con la arena
que palpita en mi desierto.
Y así, se me viene encima un trago
y en mis labios se posa ardiendo el tabaco,
por que te busco a toda costa
en el limbo de la lágrima que reposa
en tus ojos y encalla en tus manos.
En la ebriedad, pesa más el deseo
que a la sombra de tus senos
me mantiene oscuro y sediento,
y me matan tiernamente las ganas
de ser quien soy desde adentro,
desde la ausencia tan bella y tirana.
Y así de pronto, se me escapa la voz
cuando florece en el claro de tu nombre,
mientras a tientas busco, atroz
entre este tejado de rojizo adobe,
la razón de tus piernas envueltas
en la suave condescendencia
en las que dios quiera que muera.
2 comentarios:
condescendencia...
creo que me gusta esa palabra
No deja de ser precioso; pero no puedo dejar de preguntar... Otra vez la cuenta regresiva?
Besitos Gabriel
Publicar un comentario