mayo 19, 2011

En tus ojos

En tus ojos, un eterno rosedal
diurno siempre empecinado a florecer
de noche, dispuesto siempre a adolecer
las palabras con sabor a funeral.

En tu boca, la miel de mil abejas
sin vil ponzoña, ahondando en la dulzura
del tacto de tus manos sin costuras,
mientras el bravo mar de mi te aleja.

No soy quien, para hacerte siempre mía
en la penumbra de la noche alada,
en mi mano que te extraña sombría.

No soy quien, para mantenerte atada
a un clamor a costa de luz de día,
traducidas en mis noches manchadas.


1 comentario:

Ío dijo...

Un soneto, creo que es el primero que te leo; pero puede fallarme la memoria.
Más allá de lo que pueda decir, que es hermoso, porque lo es, y mucho, y es difícil de escribir, está lo otro, lo que siento.
Y entonces lo he leído tantas veces que he perdido el sentido de la orientación.

Tus ojos
Un rosedal
El mar
Hacerte mía
Las noches manchadas

Un abrazo, Gabriel
Un beso

Ío