mayo 28, 2011

Amén

Que se la Luna quien juzgue
el desacato del pecho que vibra,
entre gozos y dolores
de tierras y mares impropios;
que sea ella, quien repare en esquirlas
que lloran y dulcemente sangran,
en el silencio del duelo propio.

Que así sean, los pechos desbocados
con las manos que nunca llegan,
los versos en la garganta resonados
a media luz, a media voz doblegados.

Que así sean, tus bordes que imagino
tan sujetos a la nada, preciosos, precisos,
cuando el sol me despierta, y vivo
anclado al sopor del vientre que espera
ahogado en esa belleza que no he tenido.


2 comentarios:

Arya dijo...

Guardo una pequeña fascinacion por la Luna... pero cuando la veo tan cuadrada alejandose de sentir atravez de la distancia... recuerdo que hay un Sol que vive y la espera... Un Sol que saca la tinta de sus venas!

Porque asi eres....


Un beso de caña ;)

Ío dijo...

Es precioso, y además de serlo, lo es por tu manera de escribir, por esa tristeza y dolor también profundizados en el alma de quien te lee.

Que así sea
Amén

Un abrazo, GatoPardo
En el silencio, un beso

Ío