Apenas y he tenido tiempo
para recordar como me llamo,
y es cierto también,
ayer no dormí nada bien,
pero esto del ser sin ser,
y sumirse hasta las narices
en el espectro diurno
del protocolo formal del trabajo,
me viene bastante bien.
Guarda mi alegría en el último cajón,
junto las sombras,
justo por debajo de mis letras,
entre tus pechos,
donde tu quieras,
pero resguárdala
antes de que me llegue la razón.
2 comentarios:
ay la razón cuando llega, aja el color y tiñe todo de sal
Un abrazo enorme
Yo guardo todo, no hay nada peor que alguien cuerdo.
Como siempre, estoy aquí, en tu tejado, esperandote cada noche a que aparezcas de un salto. Yo te espero, sentada, siempre.. siempre con una bolsita de grillos con chile. Aguardando el amanecer a tu lado.
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