abril 26, 2011

Hasta aquí

Hasta aquí, de noche la brisa llega,
las palomas que han quedado dormidas
sueñan ya con la locura adquirida
ante tanto verso y poca entrega.

Yo las miro y les hablo bonito,
les canto desteñidas elegías
y les pretendo dar una alegría,
un palomar distinto y fortuito.

Hasta aquí, este silencio hace arrullo
mientras las luces de pronto perecen,
una a una, entre el vaho y las tinieblas mueren
sin recordar siquiera el propio orgullo.

Yo he muerto mil veces y he llorado
en los rincones por mi propia muerte,
he encarado a los dioses por mi suerte
por las lágrimas que en mí han secado.

Hasta aquí, de noche la brisa llega
y no llega con pétalos de rosas,
sino con palomas y letras mohosas
que mi felicidad sin más doblegan.

6 comentarios:

perfecto herrera ramos dijo...

Lo importante es que la felicidad llegue. Encuentro ciertos aires de renovadas esperanzas.
Le felicito, amigo.

Un abrazo.

Hazzarel dijo...

Saludos:
Tu poema me ha parecido agradable, aunque existen algunas cosas que aun no logro entender, tal vez se deba a la hora de la noche que es... Seguiré intentando comprender.

Elena dijo...

Hasta aquí. Mucho es.

Anónimo dijo...

Y de ahora en más como sigue el verso...
Besos

Ardaire dijo...

Hermosos ritmo, aunque nostálgico se entreve aire en algún lugar.

Ío dijo...

Todo parece ir bien, y al momento no; de la luz a la oscuridad en un pestañeo, GatoPardo, sí

Sin poder evitarlo, para ti...


Yo no he llegado hasta aquí, ni llega
el viento del que adolece la lluvia
a cruzar la tenue capa de niebla
que de los versos insisto en brotar.

Este hasta aquí esta poblado de letras,
movimientos en ligero vaivén,
y de luces de entre horas tardías
que acaso duelen si las miro a oscuras.

Yo no he llegado hasta aquí con injertos
que semejen piel de luna en tu piel,
pues ella anida en tus cuencas vacías,
vacantes de todo, llenas de lágrimas
al enfrentarte al lóbrego papel.

Este hasta aquí llego llega hasta ti
con pétalos de rosa deshojada
y vuelos de azar, arrullos de ave
que de noche se atreven a cantar
en silencio a la sombra de tus ojos


Un abrazo, por si te falta, por si no, porque sí, Gabriel
y un beso

Ío