abril 03, 2011

De lo que no te he dado

El beso que hace tiempo no te he dado, que aún arde
y serpentea entre la noche eterna, cobarde
por si misma, por su sombría naturaleza.

La palabra que es mía y que sin más, se calla
al escuchar el vendaval, el muro que estalla
y se despedaza, entre un te amo y su impureza.

Mi espalda, que soporta ese peso inanimado
de tu ausencia, del frío en los huesos perpetrado
cuando tus manos, no atizan mi lúgubre hoguera.

El canto que anida entre licor, en las entrañas
purulentas, entre las diez mil arduas patrañas
en tonos menores, sin esperar la agudeza.

Mi letra fatigada a causa de la estética
que siempre es cruel, a estas horas frenéticas
con luz a medias y mi sombra anclada a la pared.

El amanecer entrando hosco por la ventana,
cual torrente, entre nacarado y obsidiana,
entre el eterno rojo en el que he fundado mi sed.

2 comentarios:

Elena dijo...

Ío dijo...

No lo evito, Gabriel

El beso que perdimos en la cuesta
de nuestros ojos, el que arde en la noche
de fríos, de palabras que maduran
a la sombra del anhelo de un hueco
petrificado y roto por la ausencia
de tus manos sobre mi piel de nácar.

Nos queda de la voz una sílaba,
un mirar hacia dentro y encontrar
un reguero de pensamientos lúgubres
que mirando al rojo se cubren con él,
con crueldades de silencio, y amar
cuando todo lo di, nos queda amarnos,
sin luz, del revés, en lo oscuro y plano,
querernos sin querer, sesgando labios,
cuando llega en penumbra y amanece
un beso, en la boca, en nuestra sed.


Para ti, si te gusta, porque quisieron nacer aquí y por eso son tuyos.
Gracias, por el abrazo, por tus palabras, por echarme de menos

Un beso, mi GatoPardo, un beso y otro abrazo para ti

Ío